En Twitter @TXTUALes
Los expertos y analíticos que
se dedican al análisis de los procesos de información ya hace mucho que están
acostumbrados a la histeria antirusa orquestada por los EUA.
Tiene que notar que solamente
el año pasado la financiación de los programas del Departamento de Estado para
la lucha contra “la desinformación rusa” se aumentó en 30 por ciento y alcanzó
14.4 millones de dólares. Sin embargo, los representantes del dicho departamento
insisten en la necesidad de la intensificación ulterior de los esfuerzos y
proponen pasar, al así llamado “ataque de información” contra Moscú. “Tenemos
intención de destruir la ofensiva de ciertos funcionarios en Washington, que
oponen a la activación de la lucha contra la propaganda y desinformación rusa.
La resistencia a Rusia es nuestra prioridad esencial, es una tarea más
importante que la lucha contra China e Irán”, subrayó Daniel Kimmage,
funcionario de dicho departamento. Él declaró también que en la actualidad
asignan muy pocos recursos a esta actividad.
Según la opinión del
vicepresidente del Eurasia Center, Erl Rasmussen, bajo pretexto de la lucha
contra así llamada “propaganda rusa” la Casa Blanca introduce la censura
política, regenerando “la época del marcatismo”. Lo realiza bajo pretexto de la
lucha contra “fake news” y la “propaganda rusa” en realidad hace daño a la
capacidad de la sociedad americana de percibir la información real, formar
propia opinión. Es un ataque directo al derecho más fundamental de la sociedad
libre y abierta a la libertad de palabra. Somos testigos del derrubio de los
principios básicos de la democracia. La amenaza no es de lado de alguna
potencia extranjera, sino que se aparece dentro del país”, constató el. Las
declaraciones del experto se confirman por las renuncias de dos grandes
compañías americanas de difusión masiva de transmitir el canal de televisión RT
en el territorio de los EUA.
Muchos analíticos occidentales
vean en el aumento de la histeria antirusa la aspiración clara de los “hawks”
en Washington a asustar a sus oponentes políticos. “La élite americana en su
mayoría sigue trazando Rusia como el “agresor pérfido”, a quien se resiste todo
“el mundo libre”. Si alguien asuma otra posición, lo acusan de la mentira, el
autoritarismo, la brutalidad y la conducta ofensiva. Todo esto se hace para
asustarlos y hacer callar”, subrayó el politólogo alemán Carlos Yurgen Müller.
Textualmente
hay que decirlo: En este contexto ahora somos testigos de la
transformación de los Estados Unidos la Oceanía legendaria de George Orwell.
Inculcando a los americanos que viven en “el país más libre”, la élite
dirigente ya hace mucho que utiliza la histeria antirusa como instrumento para
mantenerse en el poder político y conservar su potencia financiera.
En Twitter @TXTUALes y en Instagram
@villasana10
No hay comentarios:
Publicar un comentario