domingo, 28 de diciembre de 2014


Recuento de daños

El 2014 será recordado en México y el Mundo como el año de de la desaparición forzada de normalistas de Ayotzinapa, Guerrero; la masacre de Tlatlaya, Estado de México; el paro estudiantil en el Instituto Politécnico Nacional (IPN); el desempleo y falta de oportunidades de estudio para siete millones de jóvenes. Los bajos salarios que padecen los profesionistas, una economía a la deriva con la caída de los precios del petróleo y el dólar americano que supera los 15 pesos.
Como se recordará en este espacio señalamos que hay un modelo equivocado de desarrollo, porque es inconcebible que luego de invertir los recursos públicos en la formación de profesionistas, sólo el 40 por ciento de ellos, al graduarse, tengan un empleo de lo que estudiaron.
Hay un modelo equivocado porque en lugar de que nuestros jóvenes sean la palanca de desarrollo de la nación tenemos siete millones sin acceso a un empleo digno, justamente remunerado, además de que carecen de un espacio en una educación de calidad.
Así el panorama se complicó este año cuando jóvenes normalistas fueron detenidos por policías municipales, se dice, por instrucciones de un presidente municipal, para ser entregados, según versiones, a un grupo delictivo, que los desapareció. Lo único cierto es que están desaparecidos y el Estado no cumple con su función más elemental de dar seguridad a la población.
Además aún falta por contabilizar los miles de jóvenes desaparecidos registrados en las procuradurías como ausentes, sus familias nada saben de ellos, sólo que no regresaron a casa. Sus rostros están en las hojas que se reparten, en los diarios, se pide a la población cooperar para localizarlos.
Es claro que el Estado mexicano falla en sus funciones, incluidos los tres niveles de gobierno, así como los cuerpos legislativos, federales y locales, el Poder Judicial, las procuradurías, las policías que están bajo la sospecha de estar infiltradas por el crimen organizado,
Quién manda en México, quién dirige el país, hacia dónde va la nación.
Así, con este modelo económico el 15% de la población ocupada en México es profesionista, equivalente a 7.5 millones de personas. El salario promedio de un profesionista es de entre nueve mil 500 y nueve mil 900 pesos al mes.
El sueldo general promedio en México es de 4 mil 900 pesos. Ello muestra que una licenciatura mejora el ingreso, pero no garantiza un empleo bien remunerado. De 2012 a la fecha, 40% de los profesionistas ocupados trabajan en actividades diferentes a la rama que estudiaron.
Los jóvenes en México son un sector vulnerable, desempleo, falta de acceso a la educación, caen en depresión, desesperanza, aumentaron los suicidios y el panorama empeora cuando son víctimas de homicidio, además de desapariciones forzadas.
Textualmente hay que decirlo: El 2014 quedará marcado por el dolor de miles de madres, padres y hermanos, que no saben dónde está alguno de sus seres queridos, porque no son sólo 43, hay que ver las relaciones de jóvenes desaparecidos en México. Es necesario un golpe de timón, porque de seguir haciendo lo mismo, tendremos los mismos resultados, que hablan por sí solos.

* Adalberto Villasana, Premio Nacional de Periodismo 2005, que otorga el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.


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