Igualdad
de oportunidades el mejor premio
Para que los resultados sean
diferentes, hay que empezar por hacer las cosas de otra manera, dice la
filosofía popular. Un elemento básico para que el país avance es brindar las
mismas oportunidades a los niños y jóvenes, más sin embargo seguimos con las mismas
fórmulas del pasado.
Así la Secretaría de
Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), a
través del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), lanzan la Convocatoria
del Premio Nacional de la Juventud 2014, y se repite la misma historia,
discursos grandilocuentes, buenas intenciones, pero los resultados son los
mismos.
En una plática reciente el
diputado del Distrito Federal, Andrés Sánchez Miranda planteó que tan sólo en
la capital del país egresan al año 130 mil jóvenes de escuelas públicas y
privadas, cifra superior a los 125 mil empleos formales que se generan, por lo
que la cifra de desempleo crece constantemente.
Textualmente hay que
decirlo, más que concursos y premios, lo que se requiere son políticas de Estado
tendientes al crecimiento económico y social del país a través de proyectos que
involucren a los jóvenes.
Mientras que hay siete
millones de jóvenes sin acceso a un empleo formal ni a una escuela de calidad,
se impulsa como desde hace años Premio Nacional de la Juventud 2014, para que
vengan los aplausos y las fanfarrias.
Así se convoca a los jóvenes
de entre 12 a 29 años, con una conducta y dedicación al trabajo o al estudio
ejemplar en el desarrollo de la superación personal o del progreso a la
comunidad, a participar en el Premio Nacional de la Juventud 2014.
Pero el mismo IMJUVE
reconoce que el 56 por ciento de los profesionistas desempleados tiene menos de
30 años de edad, por lo que una de sus prioridades es atender a ese sector
vulnerable, según informó a la Cámara de Diputados.
Se dice que el Instituto
cuenta, dentro de sus políticas y programas, con una Bolsa de Trabajo dirigida
a la juventud, con opciones de desarrollo profesional en diversos ámbitos.
De acuerdo con el Instituto
Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), existen 36.2 millones de jóvenes
en el país, la tercera parte de la población del país, pero han sido olvidados
en muchos aspectos al carecer de oportunidades reales de trabajo digno y bien
remunerado.
A nivel nacional no hay
oportunidades para la gran mayoría de los 450 mil egresados cada año de
licenciatura universitaria o tecnológica, lo que ha llevado a la deserción ante
la falta de oportunidades y pago justo.
Además, de acuerdo con la
Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP)
y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer trimestre de 2012, sólo
40 de cada 100 profesionistas en México tienen un empleo relacionado con su
formación universitaria.
Textualmente
hay que decirlo: De continuar con las mismas prácticas, los
resultados serán los mismos. Sí México quiere dejar atrás el desempleo y la
falta de oportunidades para los jóvenes tiene que hace algo diferente a lo
hecho en los últimos 20 años.
Adalberto Villasana: Premio
Nacional de Periodismo 2005, otorgado por
el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la
Educación, Ciencia y Tecnología.
Twitter: @Villasana10
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