lunes, 7 de abril de 2014


Igualdad de oportunidades el mejor premio

Para que los resultados sean diferentes, hay que empezar por hacer las cosas de otra manera, dice la filosofía popular. Un elemento básico para que el país avance es brindar las mismas oportunidades a los niños y jóvenes, más sin embargo seguimos con las mismas fórmulas del pasado.
Así la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), a través del Instituto Mexicano de la Juventud (IMJUVE), lanzan la Convocatoria del Premio Nacional de la Juventud 2014, y se repite la misma historia, discursos grandilocuentes, buenas intenciones, pero los resultados son los mismos.
En una plática reciente el diputado del Distrito Federal, Andrés Sánchez Miranda planteó que tan sólo en la capital del país egresan al año 130 mil jóvenes de escuelas públicas y privadas, cifra superior a los 125 mil empleos formales que se generan, por lo que la cifra de desempleo crece constantemente.
Textualmente hay que decirlo, más que concursos y premios, lo que se requiere son políticas de Estado tendientes al crecimiento económico y social del país a través de proyectos que involucren a los jóvenes.
Mientras que hay siete millones de jóvenes sin acceso a un empleo formal ni a una escuela de calidad, se impulsa como desde hace años Premio Nacional de la Juventud 2014, para que vengan los aplausos y las fanfarrias.
Así se convoca a los jóvenes de entre 12 a 29 años, con una conducta y dedicación al trabajo o al estudio ejemplar en el desarrollo de la superación personal o del progreso a la comunidad, a participar en el Premio Nacional de la Juventud 2014.
Pero el mismo IMJUVE reconoce que el 56 por ciento de los profesionistas desempleados tiene menos de 30 años de edad, por lo que una de sus prioridades es atender a ese sector vulnerable, según informó a la Cámara de Diputados.
Se dice que el Instituto cuenta, dentro de sus políticas y programas, con una Bolsa de Trabajo dirigida a la juventud, con opciones de desarrollo profesional en diversos ámbitos.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), existen 36.2 millones de jóvenes en el país, la tercera parte de la población del país, pero han sido olvidados en muchos aspectos al carecer de oportunidades reales de trabajo digno y bien remunerado.
A nivel nacional no hay oportunidades para la gran mayoría de los 450 mil egresados cada año de licenciatura universitaria o tecnológica, lo que ha llevado a la deserción ante la falta de oportunidades y pago justo.
Además, de acuerdo con la Subsecretaría de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del tercer trimestre de 2012, sólo 40 de cada 100 profesionistas en México tienen un empleo relacionado con su formación universitaria.
Textualmente hay que decirlo: De continuar con las mismas prácticas, los resultados serán los mismos. Sí México quiere dejar atrás el desempleo y la falta de oportunidades para los jóvenes tiene que hace algo diferente a lo hecho en los últimos 20 años.

Adalberto Villasana: Premio Nacional de Periodismo 2005, otorgado por  el Club de Periodistas de México, en la categoría de Divulgación de la Educación, Ciencia y Tecnología.

Twitter: @Villasana10

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