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Desconfianza
Lo peor que nos puede pasar,
es hacer como que no pasó nada, porque sí paso, y muy grave. La indebida
detención del estudiante preparatoriano Marco Antonio Sánchez Flores, dejó al
descubierto lo que pasa en las calles, la forma en la que se desempeñan, quienes
deben mantener el orden y velar por la ley.
Fue el espíritu universitario
y la respuesta ciudadana lo que llevó a encontrarlo con vida. Las autoridades
se vieron obligadas a responder, ante la presión social. Las policías locales
son un dolor de cabeza constante para todas las administraciones, detenciones
arbitrarias y abuso de autoridad son una constante que lleva a que la
ciudadanía, principalmente los jóvenes no confíen en los uniformados.
Más allá del discurso, están
los datos, por ejemplo: la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2017, registra que el tema que más preocupa a
los jóvenes es el incremento de los delitos y las policías.
Estima a nivel nacional que el
61.1% de la población de 18 años y más considera la inseguridad y delincuencia
como el problema más importante que aqueja su entidad federativa, peor aún,
sobre la percepción de corrupción con respecto de las autoridades de seguridad
y de justicia, el 77.7% de la población de 18 años y más considera que la
Policía de Tránsito es corrupta, seguida de la Policía Preventiva Municipal con
68.1 %.
Al voto del miedo se le puede
responder con el voto de castigo. Autoridades de la Ciudad de México tratan de
ganar tiempo y pretender diluir el momento, apostarán al olvido, mientras que
la capital es presa de la delincuencia, a lo que se suma el actuar irregular,
“fuera de protocolo”, de algunos policías preventivos
Ayer, en uno de los eventos
finales con motivo de los festejos del 150 aniversario de la Escuela Nacional
Preparatoria de la UNAM, el rector Enrique Graue, estableció lo que espera la
comunidad universitaria en este momento histórico:
Al convocar a los
universitarios a buscar juntos una justicia sin abuso de autoridad, dijo: “Los
universitarios, todos, tenemos mucho que hacer para asegurarnos que la justicia
se imparta en forma equitativa, sin temores de la ciudadanía, y apegada a las
normas necesarias que permitan una vida libre y dentro del marco de la ley”.
Textualmente
hay que decirlo: La crisis es institucional en las policías,
los gobernantes cambian cada seis años, o menos, mientras que las policías
llevan décadas. Sus elementos mantienen las mismas prácticas y vicios de antes,
hay que romper con eso, es necesario sacudir esa estructura y cambiar
verdaderamente.
En Instagram @villasana10
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