viernes, 27 de septiembre de 2019

TEXTUALes Prevenir para vivir. Septiembre, mes de sismos

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Por Adalberto Villasana

Prevenir para vivir
Debemos estar preparados para reaccionar ante los sismos de gran magnitud y, por supuesto reducir los daños. En los primeros ocho meses del año en México se promediaron 73 sismos por día. Ayer, recordamos con mucho dolor a las víctimas de los terremotos de 1985 y 2017. Misas, ceremonias, macrosimulacro, el cual deberíamos tomar más en serio.
Lo principal es estar preparados para salvar la vida propia y, la de los demás, en caso de un gran evento.
Pero también está lo material, los sismos de hace dos años, dejaron al descubierto que, en algunos casos, no se respetaron las normas de construcción, lo que llevó a la muerta a muchas personas, mientras que otras perdieron el patrimonio familiar, resultado de décadas de trabajo.
Los sismos forman parte ineludible de nuestra historia: 1957, 1979, 1985 y septiembre de 2017 nos recuerdan que este país se mueve y continuará haciéndolo, afirmó el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, al inaugurar el coloquio “México a través de los sismos: avances y retos”.
En tanto, el coordinador nacional de Protección Civil, David León Romero, coincidió en que septiembre es importante para recordar los sismos de 1985 y 2017, reconocer la solidaridad humana, pero sobre todo es una extraordinaria oportunidad para prepararnos ante ese tipo de eventos.
“No podremos controlar los sismos que existen en nuestro país de manera rutinaria, esos 40 o 50 sismos que el Sismológico Nacional nos reporta todos los días, pero lo que sí podemos controlar es nuestro nivel de preparación y las estrategias de prevención que realizamos en torno a ellos”, subrayó.
Llama la atención que, a pesar de saber todo lo anterior, el 95% de casas en México no están aseguradas contra sismos.
Según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en México, el 95.5% de las viviendas cuentan con un seguro de hogar por elección propia; es decir, sin considerar aquellos seguros patrimoniales que están forzosamente vinculados a los créditos hipotecarios,
Textualmente hay que decirlo: Debemos estar preparados para enfrentar de la mejor manera los estragos de un sismo de gran magnitud: lo primero es salvar la vida y, luego tomar las previsiones para no perder en un instante el patrimonio familiar.
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