Si queremos que México
sobreviva como nación, necesitamos ciencia básica, tecnología e innovación,
subrayó Julieta Fierro, investigadora y divulgadora de la ciencia de la UNAM,
al exponer ante niños y jóvenes.
Les recordó que la
calificación de los estudiantes está determinada por la educación de la madre,
y consideró que la lectura es fundamental para compensar las carencias
familiares, por lo que recomendó que la divulgación incluya textos,
experimentos, cuentos y leer en grupos.
“Una buena técnica para
divulgar es pensar en el amor y aplicar algunas de sus características:
reconocer, convivir, generar experiencias, compartir creatividad y éxitos,
narrar lo aprendido”.
Recomendó a los jóvenes
organizarse, discutir y emprender debates con sus peticiones; además de servir
de eslabón entre los temas de ciencia y los políticos y tomadores de
decisiones. “Se necesitan gestores de la ciencia”.
Julieta Fierro saca
creatividad y talento de su bolsa de mercado. Como una maga, mete la mano y
salen sorpresas de su original chistera: flores, libros, dulces y globos con
lunares para demostrar la expansión del Universo ante un público risueño y
participativo que estira los brazos para alcanzar un premio.
Pero no hay truco, porque no
es maga. Como es astrónoma, recurre al pensamiento científico en su forma más
simple: la explicación directa, sin trampa, llana y clara para indagar el
porqué de las cosas.
“Hay que divulgar la ciencia de manera
sencilla, pero con inteligencia”, revela al final de la charla, una premisa que
se encargó de demostrar a lo largo de una hora de seducción colectiva en la
Biblioteca Central de la UNAM.
Histriónica, abierta, la
célebre divulgadora e investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM
recomendó la creatividad y la libertad como herramientas para comunicar
conceptos científicos. “Hay que pensar en libertad, arriesgarse”.
Para ella, ser creativos
significa unir elementos existentes, pero de otra manera, con originalidad.
También ayuda usar metáforas y, sobre todo, experimentar.
Es increíble, señaló la
astrónoma, pero el 0.05 por ciento de lo que hay en el Universo es luz: ondas
de radio, rayos X, luz infrarroja, ultravioleta y visible, entre otras. Y con
ese poquito de información sabemos que hay estrellas y galaxias, planetas más
grandes que Saturno, y otros con agua, como la Tierra, que giran en torno de
otras estrellas.
“Con muy poca información, la
inteligencia humana es capaz de saber mucho de lo indispensable. La ciencia
avanza cuando se contradice, cuando hay preguntas nuevas que nunca se han
hecho”, afirmó.
Ante nuestro devastado
planeta, para que haya salvación de la naturaleza necesitamos innovación, “y
para que haya innovación hace falta ciencia básica”, subrayó.
(Información e imágenes
DGCS-UNAM)
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